No sabría explicar los sentimientos que me inundan. Siento que ese "tipo de amor" que hace mucho apareció, está de nuevo comenzando pero con un espíritu distinto, con un alma más libre, con una inocencia más cálida.
Quizá sea el destino, quizá sea solo una ilusión, o quizá una necesidad de ambos corazones que terminaría en lágrimas.
Lo más triste es saber que mis noches son tus días, que cuando yo duermo tú despiertas, que mi luna es tu sol, pero que el amor no tiene hora ni fronteras, ni días ni noches. Podría reír o podría llorar, podría gritar o callar, pero jamás lo sabrás, porque no estás aquí; y aunque lamentemos nuestras posiciones, fue el destino (Dios) que así lo quiso, por alguna sabia razón.
Las noches se han vuelto más largas, los días más grises, pero cada día es un nuevo encuentro, otro motivo para sonreír, otro día para aprender el flagrante idioma del mundo, otro día más para poder intentar expresar lo que nos nace difícil de decir.
Y quizá como me suele pasar, llegue a lamentar todo lo entredicho, ya que al parecer, el destino me ha puesto amores tan complejos como la vida misma, y anhelaría tanto que todo realmente tenga un buen final, junto a ti, pero hablar de los desamores es un tema a parte, tan complicado y lamentable como para expresarlo en esta pequeña nota que revelan expresiones hacia un nuevo y posible amor.
jueves, 29 de agosto de 2013
miércoles, 26 de junio de 2013
Invierno...
Me estás perdiendo... Cuando la amistad pudo tener sus momentos tan bellos contigo, cuando reímos tantas veces y conversábamos de tantos temas... ¿Por qué?
Déjame decirte que en mi mundo pudiste ser el mejor anhelo que pude imaginar, que pude amarte con locura y pude hacerte una mujer muy feliz... pero me estás perdiendo, me estás perdiendo porque tus inviernos son más cortos que los míos, porque tus nuevas amistades te succionan como sanguijuelas, porque la luz a trae a los mosquitos... porque no di el todo de mi cada vez que pude...
Porque ahora todo es gris y confuso, porque ahora las miradas ahora son el límite de poder estar contigo... ¡¿Por que?! porque llegaste a decepcionarme tanto, porque te alejas tanto... será que te decepcione primero?... o es otro estúpido y odiado invierno más...
Espero poder encontrarte al final de la tormenta, cuando los insectos se distraigan y los problemas se resuelvan... con sinceridad tendría que decir que no quiero desistir, no quiero renunciar a la joya más preciada de mi posible vida. Quiero entender todo este delirio de emociones, quiero escapar de este laberinto, al menos por un momento, al menos por un instante.
Saben, a veces la herida puede ser tan profunda que te opaca lo bello de quién te lo hizo. Duele más saber la verdad que seguir viviendo en una mentira emocional.
Y lo peor de todo es cuando abriste tanto el corazón después de tanto tiempo... cuando no lo esperabas, cuando menos querías... y esa maldita ceguera desconsiderada que te deja en el olvido, que te deja en el laberinto perseguido por el temor, por la angustia, por el amor.
Déjame decirte que en mi mundo pudiste ser el mejor anhelo que pude imaginar, que pude amarte con locura y pude hacerte una mujer muy feliz... pero me estás perdiendo, me estás perdiendo porque tus inviernos son más cortos que los míos, porque tus nuevas amistades te succionan como sanguijuelas, porque la luz a trae a los mosquitos... porque no di el todo de mi cada vez que pude...
Porque ahora todo es gris y confuso, porque ahora las miradas ahora son el límite de poder estar contigo... ¡¿Por que?! porque llegaste a decepcionarme tanto, porque te alejas tanto... será que te decepcione primero?... o es otro estúpido y odiado invierno más...
Espero poder encontrarte al final de la tormenta, cuando los insectos se distraigan y los problemas se resuelvan... con sinceridad tendría que decir que no quiero desistir, no quiero renunciar a la joya más preciada de mi posible vida. Quiero entender todo este delirio de emociones, quiero escapar de este laberinto, al menos por un momento, al menos por un instante.
Saben, a veces la herida puede ser tan profunda que te opaca lo bello de quién te lo hizo. Duele más saber la verdad que seguir viviendo en una mentira emocional.
Y lo peor de todo es cuando abriste tanto el corazón después de tanto tiempo... cuando no lo esperabas, cuando menos querías... y esa maldita ceguera desconsiderada que te deja en el olvido, que te deja en el laberinto perseguido por el temor, por la angustia, por el amor.
Me estás perdiendo... y no quiero más inviernos.
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