viernes, 11 de marzo de 2011

Noche triste


La noche empezaba, en aquella salida, en aquella escapada le dijo lo que sentía, lo que estaba confundida, el amor de dos se transformo en una soledad intrigante, partiendo así el lazo de uno al otro.
Aquel momento terminó para él, aquella vez sintió que todo ya estaba hecho trizas, que toda una vida se fué a limbo, que todo lo que pensaba y anhelaba llegó a su fin, tratando de sonreír, se puso una careta para fingir lo que sentía, para que el momento no se volviera tragedia, para que el momento no se volviera llanto ni desilusión. Él trataba que todo cambiara, que fuese un sueño, que las palabras que escuchó se las lleve el viento, pero en su mente aún quedaban aquellas letras que hicieron que su vida cambiara, pero ese pequeño espacio, aún estaba vigente para ella.
Antes del encuentro él espero, él la espero, pensando en el momento de encuentro, donde aún él sentiría que él era para ella, para toda la vida cueste lo que cueste, el solo pensó.
En aquel momento el humo se desvaneció y se encontraron, la sonrisa se notaba en el rostro de él, la ausencia la hizo extrañar... sin saber lo que le venia para él.
Cada palabra era un llanto en él, como una espada de doble filo atravesaba su corazón, tratando de no entender, de no comprender, de hacerse el tonto. Eran gritos de desesperación dentro de él, el inicio de su tristeza interna empezaba, él pensaba irse, golpear el suelo, patear un árbol, pero la realidad era esa. La soledad lleno su espacio, aquel espacio reservado. Temiendo por él, el miedo lo abrazó, que sería de él? que pasaría después?. Ese momento recordó los detalles, detalles que ella no vio, que no se percató.
La noche terminó, pero sabia que él no sería el mismo, que aún la lucha por la felicidad recién empezaba, su lucha, su misión, su destino. Aquel reto aún no terminaba, como un juego de niños, él aún podía caminar, aún podía correr, aún podía levantarse y luchar.

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